dimecres, 17 d’abril del 2019

Antologia 2018: Janín Tomás


JANÍN TOMÁS

La fantasía

Cuando termine esta canción
mis sueños volverán a revolotear por la casa
como pájaros libres sin normas para fijarlos.
Me sentiré llena de vida interior.
La vida volverá a resonar como el viento en la marea.
Soñar despierta con príncipes y princesas,
con héroes y heroínas,
con personajes de novela.
Te hace sentir más viva porque piensas en ellos
como si fueran la realidad misma de un mundo
donde solo cabe la fantasía entre duendes y elfos.
Las hadas con sus barritas mágicas
dando con sus polvos mágicos
a los niños que aún no han crecido
tanto para creer en este mundo tan fantástico.
Creer en Peter Pan,
en Campanilla.
Tantos personajes entrañables de la fantasía en cada niño.
Cada cosa que hay en nuestros corazones
que sea una lucecita de fantasía.
No la borremos dentro nuestra alma.
Ya llegarán los malos ratos.
Nos volverán a la realidad con los pies en la tierra.
Mientras volvamos a ser niños.
Amemos un mundo fantástico lleno de emoción
y vida llena de luz interior
donde todo sea como un cuento de hadas.

 
Tantos años...

Han pasado tantos años.
Todavía te tengo en mi mente.
Fuiste un amor no correspondido.
Me rompiste el corazón.
Te amé con locura.
Cada vez que oigo tu nombre mis ojos se entristecen.
Siento que en este mundo lejano fuiste injusto conmigo.
A lo mejor me hiciste un gran favor
al hacerme tanto daño.
Me enamoré del niño hombre que tenías dentro.
Aún lloro tu indiferencia.
Me llenaste dolor
porque te grabaste en mi alma.
Con letras quemadas de carbón ardiendo
marcaste tus instantes.
Ahora ya no puedo olvidarte.
Sé que la vida me dará
 poco a poco otra oportunidad.
Te olvidaré poco a poco..


Un año más ha sido San Valentín

Las tartas de Cupido en las pastelerías.
Hechas con el amor de los pasteleros.
Han llegado a los corazones de los enamorados.
Para mí ha sido otro San Valentín.
Sola con el amor a la vida.
Me han regalado un peluche en forma de corazón.
Custodiado por un ratoncito muy gracioso.
Las calles estaban llenas de gente.
Buscando el amor en cada objeto preciado
para obsequiar a su enamorado.
Yo le pido a San Valentín mucho amor
para todos los enamorados.
    

Hermoso día

Hermoso día ha venido a mi puerta.
He conocido el amor,
los pájaros,
las estrellas,
y a mí misma.
Tan poca estima me tuve.
Me hicieron tanto daño.
Mi corazón herido.
Empieza a cicatrizar.
Volveré a ser la de antes.
Jugando con las flores.
Las amaba.
Las amo como la cesta de margaritas
que regalé a mi abuela.
Descansa en el cielo.
Tan bondadosa.
Ojalá te hubiera conocido.
Sé que me amarías.
Tanto como te amo yo.
En algún rincón del cielo
nos velas tú y el abuelo.
Te siento cerca.
Me haces ver que la vida puede ser linda
como un mañana en el rocío de la madrugada
hasta que el sol nos llene de vida
en nuestros sueños enteros
Te siento cerca.
Muy cerca.
Tu hija habla de ti.
Recordándote con emoción.
Yo te admiro.
No mires más al pasado.
Mira el presente.
Tienes toda una generación que te ama.
Eres tan bella en el cielo
Aun lo eres en  la tierra.
Te seguiremos amando
hasta el fin de los días.


El jardín 

Flores blancas.
Rosas rojas.
Todas están en tu alma.
Las hermosas flores.
Las azucenas.
Los tulipanes.
Todas te llenan de energía.
Las margaritas te recuerdan tu juventud de antaño.
Ahora tienes un jardín de rosales
que tienen nombre propio.
Mimas las flores hasta que se abren al sol.
Son tan delicadas que se marchitan en días.
  ¡Qué bonitas!
Tan maravillosa bendición de las flores.
Hace que tu jardín sea
 un brote de esperanza y amor a todo.


Soñé

Soñé que estaba junto al mar
contemplando su horizonte.
El ruido de las olas me acompañaba.
Era espléndido.
La vista no podía llegar a su fin.
El azul del mar me invadía poco a poco
hasta entrar en sus profundidades
tan azules y llenas de vida.
Sentí los pasos de un desconocido en la arena.
No tuve miedo.
Algo me dijo que me perdería
en sus ojos azules como el inmenso mar.
Viví sueños y glorias
en cada segundo perdido de mi existencia.
Me emocioné cuando llegué a la orilla.
Sin decirme nada.
Me besó la mejilla.
Fue algo tan puro que me hizo sentir feliz.
Siempre recordaré
aquel desconocido en mi memoria.

    © Janín Tomás

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