dimecres, 17 d’abril del 2019

Antología 2018: María Costán


MARÍA COSTÁN

SAMPER DE CALANDA


Volver a escribir
después de un tiempo
es como remar
mar hacia dentro.
Remontar lo difícil,
el comenzar a expresar
lo que tú sientes,
más en lo infinito,
el mar te atrae como el escribir
lo que tú llevas en tu interior.
Si te dejas llevar por tus sueños
todo es sencillo y maravilloso,
mas la realidad es muy distinta,
el mar felino, sus olas y remolinos
devoran al ser humano
tan débil como los lirios.
La mar en calma da seguridad,
vivir en un pueblo felicidad,
te aíslas de algunos conflictos
que conlleva la gran ciudad.
El mar y la faz terrestre,
dos partes que se combinan,
el mar inmenso y grande,
la tierra seca y árida,
juntos los dos se transforman
en parte de la estructura de esta vida.
              4 - 8 - 2004  y  24 - 11 - 2004




Navidad 2004

 Por dónde empezar
para celebrar la Navidad,
por el amor, la unión y la paz,
parece ser que es difícil,
no sería tanto si pusiéramos
un poco de voluntad.

  Ensalzaremos a las personas
que se dedican a los demás,
motivando sonrisas
y creando un poco de felicidad,
a través del amor, el darlo todo
con fuerza y honestidad.

 También sería bonito
y poder hasta soñar,
que las luces del cielo
navegaran por la sociedad,
eclipsando las de las bombas,
llevando consuelo y calma
a toda la humanidad.

  La sonrisa de un niño,
el calor de la amistad,
la paz de todas las naciones,
el pensar el porqué de nuestra existencia,
el derecho a la vida,
harían de ello una hermosa Navidad.
                   12 - 12 - 2004


Qué esconde la soledad

Hablar del transeúnte
da mucho para pensar,
¿qué es lo que esconden sus vidas
que casi ninguno quiere explicar?
¿Tuvieron algún desengaño?
¿La vida los maltrató?
No recibieron algún apoyo,
el amor los ignoró.
El ser humano y su codicia,
se olvidó de sus problemas,
no los atendió con su calor
y se ven en la miseria.
Trotando por esos mundos,
pasando calamidades,
no tener amparo o familia
para celebrar las Navidades.
Por eso sería bonito,
vivir en un mundo lleno de amor,
donde hubiera un gran respeto
y el ser humano habitara
entre amor, ilusión y sin dolor.
Apoyemos al mendigo
que su casa dejó,
no sabemos sus problemas,
respetemos sus impulsos,
tal vez la sociedad le obligó.
No tuvieron una mano
que su final socorrer,
mi corazón se estremece
al no poderte atender.
                        17 - 5 - 2005
  

Cómo veo a mi profesor

En mi edad ya avanzada
es para mí una meta,
lo veo muy ilusionada.
Abrir nuevos horizontes,
alcanzar grandes dominios,
para eso tenemos profe,
para abrir nuevos caminos.
Que nos enseña cultura,
desenvolvernos en la vida,
por eso derrocha paciencia
en mates y escritura.
Volver otra vez a mi profe
para ensalzar su labor,
educando a nuestros niños
con elegancia y primor.
Pues no hay que menospreciar
lo que aprendemos en la escuela,
te rige en esta vida
y tarde se te olvida.
Por eso es importante
tener un profesor competente y comprensivo,
dominar grandes culturas
y quererte como un hijo.
El profesor ha de ser culto y honesto,
cariñoso, exigente y atrayente
y preparar los caminos,
cosa que lo ignora la mayoría de gente.
Pues ellos han de contribuir
que el árbol vaya recto,
 que colaboren los padres
y terminar el trayecto.
Pues toso lo que ellos hagan
será bien para el alumno,
preparar para un mañana
pues gobernarán  el mundo
Ellos serán la simiente
de la nueva sociedad,
donde haya amor y justicia
a la hora de actuar.                                             

 © María Costán Fandos

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