EMILIO MORENO
SANT BOI DE LLOBREGAT
Te desabroches
No es posible convencer
a la musa de mis noches,
pueda llegar a entender
que la sueño sin fantoches.
Ella se deja querer
y aunque no tenga arrechuches
que no se dejen prender,
todo en mi ya son reproches.
La musa quiso saber
si existían cambalaches
y así bastar y tender,
despejando los cachivaches.
Mi sueño está por ceder
sin descanso en mil derroches,
con mi cuerpo por vencer
aunque tu te desabroches.
Que bonita esa mujer
y arrimarse sin descorches
si ella decide tener.
Lo consigue sin desconches.
Eres dulzura
¡Sí! ...
Te llamo,
yo te espero.
Si te quedas,
yo me muero.
Te estoy negando
acalorado.
Por esta lluvia
que va infectando.
Diluvia en el alma,
su humedad escarcha.
Reblandece el cuero,
desdibuja y agria.
Si morir fuera fácil,
escogía la opción.
Dicen que es de cobardes,
saldar vida y amor.
Mucho se quema en el gozo,
cuando pierdes dignidad.
Con el asedio de puertas,
mi cobardía final.
Si supieras, lo que te quiero,
tendría tu gusto y respeto.
por tu estampa y siendo sincero
gozaríamos de tu cuerpo.
Atractivo, tu perfil divino,
el que sueño y dibujo sereno.
Despierto sabe y, dormido es vino,
vestido iluso, denudo atino.
Me embriagué de tu mácula moderna,
te perseguí por ríos de de dulzura,
Cuerpo lleno de haz, luz sempiterna.
consiguiendo por fin tu hermosura.
Nada me convierte
De vuelta estoy dando
ejemplo
tras un periodo muy
denso,
en el que estaba
perdido
flotando y
roto por dentro.
Como recuerdo tu ejemplo
con tu mirar tan
intenso,
aquel deseo suplido
en mi porte y en tu
tiemblo.
No es cedido lo que incumplo
por motivos de
indefenso,
lo que obliga ser
cumplido
aunque yo pierda el
consenso.
Claro que estoy resentido
porque ya no puedo
verte,
desalmado y desvalido,
ya que nada me
convierte.
En mi reseña yo tiemblo
por tus meneos y
suerte,
con tus cabellos
divinos
y tu figura que vierte.
Escucha mientras contemplo
y en mi vestigio de
incierto,
aquel reflejo asistido,
que me juraste en el
templo.
Sin coraje medio herido
esta mi hemorragia
inerte,
esperando que me mires,
o que me atraque la
muerte.
El destino incumplirá
dejándolo con su
suerte,
porque no me mirarás,
y estaré cuando
despierte.
Reflejo lunar
Decir que se adora a la luna es comprender lo que
lleva de implícito el sentimiento. Al asentir que el nombre es el de quien cada
uno elija. Es un demostrativo. Nombrar a
las noches y al arrullo, es un sentimiento muy tuyo
que lo has de llevar a tu metáfora. Así continúa mi soneto liado en mis dunas,
ligado a tu piel.
Yo a la luna la adoro
por su piel,
el nombre con que la
llamo es el tuyo,
y no hay noche que no
piense en tu arrullo,
en tus dunas de lianas
gusto a miel.
Eres la hermosa
estrella del gran riel,
del telón de mi noche
que destruyo.
Al llegar la alborada y
que no influyo,
por despertar con voz
de luna infiel.
Por qué te quiero tanto
luna nueva,
será quizás, que me
pides a cambio,
que mi recuerdo no mude
y, se mueva.
Persistir en mis besos
labio a labio.
Aunque entre tu y yo,
puede que llueva,
siendo tu la luz de
todo mi agobio.
Persisto en mis besos, labio contra labio, boca contra boca, aunque sepamos que entre tú y yo, es posible que llueva a raudales y jamás nos podamos ver. Siendo tu y sólo tú mi luz. La que ilumina sin dudar todos los minutos de mis días.
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